martes, 20 de septiembre de 2011

Tengo mis virtudes aunque también mis muchos defectos. Sueño con lo que quiero y cuando despierto no me desilusiono, porque se que volveré a soñar. Es muy difícil hacer que cambie de opinión, soy muy cabezota. Soy pesimista, prefiero pensar que nada va a ocurrir para que las cosas buenas me sorprendan y las malas no me cojan desprevenida. También hay veces que la pago con personas con las que no la debería de pagar por el simple hecho de estar mal. También pienso que no existen finales felices, que son solo historias sin acabar. Mis piques son múltiples y constantes pero... duran poco porque no aguanto sin hablar. Río por exceso y soy muy payasa. Soy esa chica, la que se emociona con una historia de amor y llora con una de desamor, la que escribe su nombre en los cristales empañados. 

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